Un silencio que llego de lejos
Fue a ocupar mi corazón vacío
De la pena que se llevó flotando el río.
Cada cual a merced de su corriente
Y a merced de la gravedad, el velo
De pronto el tiempo quedó latente
Tu mano en mi pelo, tu mano en mi pelo.
Y un silencio con tus mismos ojos
Fue a ocupar mi corazón vacío
De la pena que se llevó flotando el río,
De la pena que se llevó flotando el río.
Jorge Drexler
Nenhum comentário:
Postar um comentário